HAZTE SOCIO
AGENDA
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A tener en cuenta
Puntos importantes a tener en cuenta a la hora de obtener información sobre los distintos aspectos en los que influye la enfermedad de alzheimer u otra demencia.
InformaciĆ³n sobre las adaptaciones del hogar:
- El hogar
- El dormitorio
- La cocina
- El baño
Puntos a tener en cuenta en la realizaciĆ³n de las actividades diarias:
- A la hora del baño
- A la hora de vestirse
- A la hora de comer
- A la hora de dormir
Impacto en la familia:
- Impacto del enfermo de alzheimer en la familia
- El cuidador principal
- Comunicación con el enfermo
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ALIMENTACIÓN Y DETERIORO COGNITIVO Pautas y consejos para gestionar la alimentación y las comidas en personas con deterioro cognitivo. |
Los estudios observacionales sugieren que una buena dieta puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer hasta en un 53 por ciento, así como retardar el declive cognitivo y mejorar la memoria verbal. Planificación y organización de las comidas: Recomendaciones Crear una rutina diaria. Las comidas deben realizarse siempre en el mismo lugar y a la misma hora. Utilice alarmas a modo de recordatorio. Procurar un ambiente cómodo, tranquilo y bien iluminado. Simplificar el espacio y no poner en la mesa más utensilios de los que se van a necesitar en ese momento. Colocar los objetos siempre de la misma forma para evitar confusiones. Usar una vajilla lisa nos ayuda a no confundir dibujos con alimentos. Respetar el ritmo que se necesita para llevar a cabo la tarea, no hay que fatigarse. Evitar discusiones o temas conflictivos durante la comida. Participar en la selección y elaboración de las comidas para abrir el apetito. Conozca sus gustos y sus preferencias.
Dieta y alimentación: Recomendaciones Una dieta variada rica en frutas, verduras, proteínas de calidad, legumbres y cereales integrales, es la base para una alimentación saludable. Es importante elegir los ingredientes adecuados, así como la forma de prepararlos y presentarlos. Es preferible realizar varias comidas al día, unas 6, con alimentos energéticos e hiperproteicos, respetando los gustos previos del paciente. Cabe recordar que las proteínas se encuentran en la leche, los huevos, la carne, el pescado y las legumbres, y son especialmente importantes para fortalecer el tejido muscular y la piel. Debemos moderar el consumo de aceites, azúcares refinados y dulces, y evitar el alcohol. Otro punto fundamental es la hidratación. Las necesidades de hidratación en personas mayores es de aproximadamente 8 vasos de líquidos al día. Otras recomendaciones: 2-3 raciones/día de lácteos (1 ración: 200 ml de leche, o 2 yogures, o 100 g de queso fresco). 5-6 raciones de hidratos de carbono al día, con cereales, frutas y verduras. 3-4 raciones a la semana de carnes magras: 1 ración: 150 g. 4-5 raciones de pescado a la semana. 3 huevos a la semana. 2-3 raciones de legumbres (1 ración: 60-80 g). Aceites vegetales, sobre todo aceite de oliva.
Preparación de los alimentos: Recomendaciones. Es importante cortar la comida en trocitos pequeños o triturar los alimentos de manera que queden con textura suave y homogéneas. Vigilar la ingesta para evitar atragantamientos. Es recomendable cocinar con aceite de oliva y usar cocciones a la plancha o al vapor, con condimentos suaves y a gusto del paciente. Es mejor preparar purés que sopas, y añadir la proteína a los purés, que también pueden enriquecerse con queso, clara de huevo o leche. La leche es un alimento muy interesante nutricionalmente y muy útil, ya que se puede utilizar tanto en preparaciones dulces como saladas, como por ejemplo para disminuir el sabor del pescado triturado. Las frutas pueden triturarse con yogurt o miel y la leche puede espesarse con cereales o ser sustituida por yogures, natillas o crema.
En la demencia grave el paciente suele presentar dificultad de masticación, disfagia, anorexia, rechazo de la alimentación o depresión, que dificultan una correcta nutrición e hidratación, especialmente dentro del hábito familiar. En estados avanzados de la enfermedad los pacientes son totalmente dependientes para la alimentación y presentan un elevado riesgo de atragantamiento y desnutrición. Por este motivo es importante vigilar la dieta, teniendo en cuenta la existencia o no de otras patologías (diabetes, hipertensión, intolerancias, etc). Es importante seguir las recomendaciones de los especialistas en estos casos y consultarles en caso de duda. Fuentes: _____________________________________________________________________________________
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HIGIENE PERSONAL Y DETERIORO COGNITIVO Pautas y consejos para organizar el aseo personal en personas con deterioro cognitivo. |
La higiene personal es un aspecto que nunca hay que descuidar, especialmente en las personas que presentan deterioro cognitivo. En función de la fase en la que se encuentre la persona, tendrá más o menor capacidad para realizar los hábitos de higiene por su cuenta (baño, higiene bucodental, mantenimiento de la imagen, etc.). En estas circunstancias, hay que ser especialmente cuidadosos con las personas, puesto que ayudarles a llevar un correcto aseo personal puede suponer una intromisión en su intimidad. Además, la higiene personal no solo se limita al aseo, sino que también se extiende al mantenimiento y limpieza del hogar (mantenimiento del hogar, limpieza de las habitaciones, ropa, sábanas, etc.). A continuación, se ofrecen algunos consejos y recomendaciones para organizar correctamente el aseo personal y el mantenimiento del espacio en el que se encuentra la persona con deterioro cognitivo. Intimidad y privacidad Hay ciertas circunstancias personas tales como estar en fases avanzadas de la enfermedad, incapacidad física, lesiones, etc., que hacen que la persona no pueda asearse correctamente de forma autónoma. Dada esta situación, la persona necesita a otra para llevar a cabo las rutinas de higiene, lo que supone un momento bastante íntimo. Recomendaciones generales. Es bueno seguir rutinas y hábitos de higiene y aseo diario. Asegurarse de que la zona de aseo es una zona segura y no hay elementos que sean peligrosos para la persona (adornos, alfombras, suelo mojado, etc.). Facilitar el cumplimiento de las tareas de higiene y aseo proporcionando sólo los utensilios necesarios (geles, champú, jabón de mano, etc.). Al finalizar la rutina de aseo personal, es recomendable usar reforzadores verbales “¡mira que guapo/a estás!”. Los reforzadores verbales ayudan a que se consolide la rutina y además, refuerza su autoestima. Se deben lavar las sábanas y la ropa que use la persona con frecuencia, así como mantener un adecuado orden y limpieza de las habitaciones y salas en las que esté la persona. Aunque la persona todavía sea autónoma, es bueno preguntarle si necesita ayuda para realizar algunas de las tareas. Recomendaciones para personas con poca autonomía.
La persona encargada del aseo, la cual puede ser un familiar o un profesional, tiene que ser especialmente cuidadosa y proporcionar un trato cálido para que la situación sea lo más cómoda y segura para la otra persona. Pedir consentimiento y ofrecer supervisión si la situación personal así lo requiere. Buscar un sitio privado y apartado de otras personas. Utilizar apoyos físicos para que la persona esté cómoda. Respetar las rutinas de higiene y preferencias de la otra persona. Proporcionar toallas por si la persona quiere taparse en los momentos del aseo. Simplificar el entorno y desprendernos de aquellos objetos que sean innecesarios y/o peligrosos.
Hay que explicar lo que se está haciendo, cómo se va a hacer y lo que se hará después. Las instrucciones verbales son muy buenas para que la persona pueda anticipar y prever lo que se va a hacer “recuerda que antes de comer nos tenemos que lavar las manos”. Además, será beneficioso realizar las actividades siguiendo siempre el mismo orden (por ejemplo, en el baño empezamos por el pelo y luego seguimos con el cuerpo). Si la persona tiene dificultades para moverse, se pueden emplear toallas húmedas para el aseo personal.
Fuente: _____________________________________________________________________________________
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OCIO, TIEMPO LIBRE Y DETERIORO COGNITIVO Pautas y consejos para organizar las actividades lúdicas junto a las personas con deterioro cognitivo. |
El ocio y el tiempo libre son aspectos fundamentales en cualquier momento del ciclo vital, pues desempeñan una una importante función preventiva y rehabilitadora a cualquier edad. Aunque se utilizan indistintamente, el ocio y el tiempo libre son conceptos diferentes. Por un lado, el tiempo libre hace referencia a ese espacio temporal libre de obligaciones, mientras que el ocio hace alusión a las actividades que se realizan en dicho tiempo libre.
Estos dos elementos se han convertido en temas de interés para los investigadores, pues se conoce que tiene una gran impacto en diversas áreas del ser humano e influyen en el desarrollo personal, intelectual y social del ser humano, al mismo tiempo que influyen en la salud física y psíquica de las personas. La realización de actividades de ocio, además de proporcionar diversión y descanso, potencian la socialización de las personas; contribuyen en el desarrollo y la configuración de la personalidad de las personas; mejoran la calidad de vida y fomentan el bienestar personal, aumenta la autoestima, potencia los sentimientos de autorrealización y disminuye el estrés y las cargas del día a día.
Existen diferentes tipos de actividades de ocio, las cuales veremos a continuación (Fuente: PIDEX): Actividades físicas (deporte, viajes, excursiones, etc.). Actividades prácticas (manualidades, bricolaje, etc.). Actividades sociales (asistencia a charlas, debates, fiestas, etc.). Actividades culturales (ir al cine, teatro, conciertos, etc.).
Deterioro cognitivo y ocio
Como ya se ha mencionado anteriormente, algunas de las funciones del ocio y tiempo libre se relacionan con la salud y el bienestar de las personas. En personas con deterioro cognitivo, pueden ser un factor clave, por lo que también deben incluirse en el diseño de la intervención.
A tener en cuenta : Voluntariedad y consenso. Las actividades de ocio deben ser consensuadas y voluntarias, por lo que lo ideal es que la otra persona las escoja y se planifique su tiempo libre. En aquellos casos en los que esto no es posible, es recomendable ayudar a la persona a organizarse, pero siempre teniendo en cuenta su individualidad para que las encuentre atractivas y quiera realizarlas. El tiempo libre es un momento de desconexión. Aunque la mejor opción es realizar actividades que mantengan activa a la persona (ejercicio físico, ejercicios intelectuales, culturales, etc.), se debe evitar la sobrecarga. Es importante que tenga sus intervalos de descanso con actividades más relajadas (escuchar música, oír la radio, ver la televisión, pasear, contemplar el paisaje, hablar, etc). Horarios y rutinas. Al igual que con el resto de actividades, se recomienda también que las actividades de ocio sigan un horario y una rutina (por ejemplo, ir a pasear todos los días a las 20:00).
Algunas de las actividades:
Tipo de actividad | Recomendaciones | Lectura | Leer libros, revistas, prensa, etc. Evitar lecturas muy complejas o excesivamente largas. Los temas deben de ser de interés. Hacer partícipe a la persona en la adquisición de los libros o revistas (ir a la biblioteca, librerías, grandes superficies..). Lecturas que contengan fotos e ilustraciones. Letra grande para que sea más accesible. Formato de papel tipo revista. Los audiolibros pueden ser una buena opción para aquellas personas que tengan dificultades en la lectura. Hacer preguntas o comentar la lectura puede facilitar la asimilación de lo que se ha leído.
| Actividades musicales | Participar en un coro, karaoke, escuchar música, tocar instrumentos, bailar, ver conciertos, etc. Puede ser dentro del hogar o fuera de este en clases y academias. Animar a la otra persona a bailar o a moverse al ritmo de la música. No importa si el movimiento es limitado. Dejar que la persona elija qué música quiere escuchar. Hacer una lista de reproducción compartida.
| Actividades deportivas | Incluir ejercicio físico de manera regular para mantener una vida activa y sana. Realizar actividades que no sean peligrosas o excesivamente complejas (dar paseos, caminar, gimnasia, etc). Adecuar los ejercicios a las posibilidades y al ritmo de la persona en cuestión. Se pueden hacer ejercicio de pie, en una silla, tumbado, con o sin máquinas, etc. Poner música mientras se realizan las actividades deportivas. Dejar que la persona escoja la ruta o el sitio por el que quiere ir a pasear.
| Actividades artesanales y manualidades | Recortes, collages, dibujo, manualidades, modelado (plastilina, arcilla o barro), costura, ganchillo y bordado. Realizar actividades de interés o que solía hacer antes (por ejemplo, si le gustaba hacer ganchillo, incluirlo en las actividades de ocio). Dejar que se exprese libremente y halagar sus producciones. Tener cuidado con los materiales que se emplean, pues podrían ser peligrosos. Acompañar a la otra persona mientras realiza la actividad. Poner música. Si la persona tiene dificultades para hacer ciertos movimientos, ayudarles para que puedan hacerlo (por ejemplo, si no puede agarrar los materiales, hacerlos por él/ella, pero dejar que los escoja).
| Actividades espirituales y religiosas | Si la persona es religiosa, puede ser beneficioso recitar las mismas oraciones todos los días y en el mismo orden. Si olvida algún párrafo, ayudarle para que lo recuerden (leer la biblia, escuchar alguna misa...). Acompañarle a misa. Incentivarle para que recuerde momentos religiosos de su pasado (bodas, bautizos, comuniones,etc)
| Ver la televisión | Dejar que decida qué canales y programas quiere ver. Si la persona no puede comunicarse, se puede observar cuales son sus reacciones cuando se le expone a diferentes programas. Evitar que la persona esté delante del televisor más de 2-3 horas al día. Evitar los programas cargados de violencia y agresividad.
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Fuentes:
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